Utilice siempre leña seca. La leña humeda tiene muy mala combustión y además puede producir el atascamiento y deterioro del conducto de salida de humos.
La leña debe quemar rápido pero con pausa y que no genere apenas humo.
Utiliza para su encendido pastillas enciende fuegos para chimeneas, estufas o barbacoas o papel con pequeños trozos de madera.
Limpia regularmente la camara de combustión de la estufa de leña y su tubo de evacuación de humos.
Limpia el tubo de evacuación al menos cada cuatro años, evitaras que el hollín acumulado prenda fuego. Para su limpieza usa los útiles adecuados.
Para la limpieza del cristal de la estufa de leña puedes utilizar papel de periódico humedecido y con las cenizas de la misma estufa.
Revisa la junta entre el cristal y su soporte en la puerta, en caso de deterioro puedes utilizar silicona anticalorica negra
Deja siempre una pequeña capa de cenizas en la base de la cámara de combustión de la estufa, estarás protegiendo su base del calor del fuego.
Cuando vacies de ceniza la estufa de leña utiliza un cubo y pala metálico o aspirador de cenizas y asegurate que estén totalmente apagada.
La ceniza una vez apagada y fría la puedes utilizar como abono para tus flores o huerto.
Si tienes que pintar la estufa de leña debido a su uso tienes que cepillar las superficies con un cepillo retirando todo tipo de particulas suelta como el hollín o pinturas antiguas.
En su pintado utiliza pinturas adecuadas y que sean anticalóricas.
A la hora de comprar una estufa de leña tienes que calcular la potencia calorífica que vas a necesitar respecto a la estancia que quieres mantener confortable. Consulta con personal cualificado.